El escritor rodeado de gafas oscuras

Salman Rushdie acudió ayer al estudio de televisión de Canal + para grabar el programa Lo más plus, que se emitirá el martes. Y, advertido del carácter humorístico del espacio, entró en situación poniéndose sus gafas oscuras tras advertir que un buen número de extras entre el público las llevaba, en alusión a la enorme cantidad de discretos guardaespaldas que suelen acompañarle.El autor de Los versos satánicos respondió ayer a una pregunta, durante la rueda de prensa, sobre cómo ha afectado a su literatura el aislamiento casi total en que se encuentra desde hace siete años. Y dijo que en la historia de la literatura hay muchos ejemplos de escritores a los que el exilio no ha impedido abordar sus temas recurrentes. En su caso, su alejamiento de la India no es absoluto, ya que, señaló, sigue en permanente contacto con parientes y amigos.

El último suspiro del Moro, que hace referencia al abandono de Boabdil de la Alhambra de Granada, es el fresco de una familia india en los últimos cien años. Cuenta la historia de Moro, descendiente de Boabdil, hijo de un judío, Abraham, y de una cristiana, Aurora. La crítica inglesa, que se ha quejado de que sus personajes a veces no van más allá del cliché, destacó, sin embargo, la exuberancia, diversión e inventiva barroca de la novela. El escritor británico se refirió ayer a la influencia de la literatura latinoamericana en su obra, marcada por Borges, "que es el primero al que descubrí", dijo. "Me gustan también García Márquez o Carlos Fuentes. Y creo que en El último suspiro del Moro se puede encontrar una pequeña influencia de Juan Rulfo. En ese pueblo extraño del final hay ecos del extraño pueblo al que llega el héroe Pedro Páramo".