MONSEÑOR 'OH, YEAH'

Emmanuele Milingo, el arzobispo de Lusaka destituido de aquel cargo entre polémicas vaticanas por su denodada actividad de exorcista, se ocupa ahora de música. "Oh, yeah, oh, yeah", canturrea con voz más ronca que la de Joe Cocker en el disco Gubudú, gubudú (que al parecer quiere decir "desde la mañana, el borrachuzo busca el alcohol" en alguna lengua vernácula zambia), realizado con la colaboración técnica de Lucio Dalla. Y el arzobispo, de 65 años de edad, todo solideo y esclavina púrpura, los ojos reposados y las manos que acarician el aire como si fuera un contorneo de caderas, siguió ayer el ritmo de su. posible hit en una librería próxima a San Pedro, donde fue presentada esta contribución artística fruto de la nostalgia por una tierra que le ha sido vetada. La Iglesia no le permite al arzobispo volver a Zambia. Dice Milingo que él de rock no sabe demasiado, que se quedó en el espiritual negro y que le gusta Miriam Makeba. Añade que no le asustaría ir al Festival de San Remo ni actuar en público, como es probable que haga, y precisa que, en sí misma, una discoteca es un lugar de felicidad y que no tiene por qué ser mala. A la pregunta de si utilizará la música en exorcismos, responde en plural mayestático: "No tenemos necesidad de la música para vencer al diablo. Tenemos todo el poder y la autoridad de Jesucristo", dice, e invita a la prensa y los científicos el próximo día 2 1, cerca de Milán, porque hará un exorcismo de categoría-