El voto secreto

En los últimos días se ha pedido por dos veces el voto secreto de los legisladores en el Congreso y en el Senado. Lo de menos es el motivo de tal petición. Lo que resulta incomprensible es que tal figura pueda admitirse en unas Cortes que, supuestamente, "representan al pueblo español" (artículo 66.1 de la Constitución).El voto secreto tiene sentido cuando el voto sólo compromete al votante, nunca cuando vota en representación de otros. Si yo delego en los diputados y senadores la capacidad de decidir por mí (como se supone que sucede en un sistema representativo), tengo derecho a conocer las decisiones que toman para pedirles cuenta en adelante del uso que han hecho de tal representación. Si algún legislador decide romper la disciplina de partido, lo menos que puedo pedirle es que lo haga públicamente, asumiendo la responsabilidad de sus actos. Otra cosa distinta es el secreto de las deliberaciones, que resulta comprensible cuando la información que se maneja- podría comprometer la seguridad del Estado.

Más de una vez he escuchado a algún legislador decir que "la soberanía radica en este Parlamento", contradiciendo claramente el artículo 1.2 de la Constitución, que atribuye tal soberanía sólo al pueblo español. Quizá en este equívoco radique la razón de este uso abusivo de la función de las Cortes, que sospecho podría impugnarse por inconstitucional.-