El espíritu del Tour

Santiago Blanco, de 21 años, un hombre que no sólo debuta en la selección absoluta, sino que lo hace en su primer año de profesional, lo ha visto al instante, sin necesidad de haber estado concentrado antes: "Este Mundial es diferente". Blanco, que sólo tiene la experiencia del Mundial juvenil de 1992, lo explica a la perfección: "De juveniles, todos nos creemos figuras y ninguno está dispuesto a trabajar por los demás; puede que eso también haya pasado en profesionales, pero aquí la presencia de Miguel te da un. punto más de capacidad de sufrimiento". Hay muchas cosas que hacen que las típicamente tediosas concentraciones pre-Mundial se hayan convertido en Duitama en una reunión casi familiar, en algo que Ramontxu González Arrieta, un veterano debutante, compara con el "espíritu Tour". La altitud ha forza do una preparación más larga y, aunque los 13 corredores de la selección estén divididos en tres grupos, la convivencia ha generado espíritu de equipo. Los cuatro de Colorado -Miguel y Prudencio Induráin, Blanco y Ji ménez-, los cuatro que no hicieron Vuelta -Garmendia, Escartín, Ramontxu y Mauleón- y los cinco de la Vuelta -Olano, Ginés, David García, Serrano y Marino- llevan vidas diferentes -unos almuerzan y otros, no-, entrenamientos distintos -según su preparador privado y su grado de adaptación a la altitud- y pertenecen a diversos equipos -Banesto, Mapei y Kelme-, todos, bajo la dirección de Marino Alonso. Han hecho una quiniela y todos dan como ganador del Mundial a Induráin. Ya venían convencidos de que el Caballero Hidalgo, que dicen los colombianos, podía ganar mañana, pero su demostración en la contrarreloj les ha rubricado las sensaciones. De ahí el espíritu Tour al que aludía Ramontxu: "Con Miguel, siempre se está seguro. Ha ganado la contrarreloj y remachará en la montaña".

Los aficionados y las chicas serán los primeros en toparse hoy con las paredes del circuito de Duitama. Cinco vueltas (88,5 kilómetros) las féminas y, 10 los chicos (177 kilómetros).