Homenaje al maestro Odón Alonso

El teatro de la Zarzuela rindió anteayer su homenaje a Odón Alonso con motivo de su 70º aniversario. Como destacó Emilio Sagi, director de la Zarzuela, se celebraban también los 40 años de relaciones entre el maestró leonés y el coliseo de la calle de Jovellanos. Además, la carrera de Alonso es larga, pues se inició, todavía niño, al lado de su padre, uno de esos beneméritos "patriarcas de orfeón".A lo largo de sus titularidades de la orquesta de cámara, de la Sinfónica de RTVE, de la Filarmónica madrileña, de la Sinfónica de Puerto Rico y ahora de la de Málaga, la biografía de Odón Alonso se caracteriza por la constante atención a la música contemporánea, especialmente la española, que, a mi juicio, debió estar ahora representada, pues sin esa faceta la imagen del diréctor queda incompleta. Se adhirieron alacto y, en muchos casos, enviaron testimonios conmemorativos, los Reyes de España, la ministra de Cultura, la Sociedad de Autores e intérpretes tan destacados como Victoria de los Ángéles o Teresa Berganza.

Con la Sinfónica de Madrid, coprotagonista del homenaje, Alonso revivió sus versiones de la suite Iberia, de Albéniz, siempre brillantes, especialmente El Corpus Christi en, Sevilla, la más orquestal de la colección y cuya transcripción de Arbós mereció los elogios de Olivier Messiaen, que los dedicó también al director español cuando estrenó aquí la sinfonía Turangalila.

En la segunda parte quiso Alonio recordar sus días juveniles en Viena, y ninguna música sinfónica más apta para hacerlo que la del Caballero de la rosa, de Strauss, verdadera exaltación del vals en su vida y en su historia, del mismo modo que Ravel trazó magistralmente su crisis y la del mundo, que representaba. Alonso y los sinfónicos recibieron largas ovaciones, que premiaban no sólo el trabajo de un día, sino la ejecutoria de una biografía musical.