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Tribuna
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Sequía

Manuel Vicent

A medida que baja el nivel de los embalses van aflorando infinidad de pistolas y cuchillos que fueron un día instrumentos de algún crimen. Incluso es posible que la sequía esta vez llegue a sacar a pleno sol el cadáver del Nani si duerme en el fondo de un pantano. Al final la naturaleza y la moral siempre coinciden. Muchos asesinos que aún andan sueltos hoy hacen rogativas e imploran la lluvia para que este terrible agosto no alcance a iluminar la cota donde está el cuerpo de su delito todavía sumergido, pero a su vez las riadas de septiembre y los persistentes aguaceros de invierno suelen desenterrar otros fiambres baleados y mal sepultados, de forma que en primavera los pastores ven florecer brazos o piernas entre los matorrales. Los perros de los cazadores han reabierto muchos sumarios después de las grandes lluvias. Sucede algo parecido con la charca infecta del Ministerio de Interior. Una práctica policial que se pierde en la oscuridad del franquismo, salpicada de cadáveres insepultos, emerge ahora según van los jueces bajando a los sótanos oficiales con la antorcha. Allí se han encontrado con restos mortales de todas clases, antiguos y modernos. A unos los ha iluminado el agotamiento del pantano socialista a través de algunas claraboyas y a otros los ha sacado a la superficie la presente borrasca política. Pero lo fundamental siempre es la naturaleza. En ella los periodos de sequía y de humedad suelen alternarse con una duración de 10 años. Esos ciclos están implicados con la moral de las personas puesto que existe la experiencia de que no hay secreto que no quede desenmascarado cada dos lustros exactamente, bien se trate de amores prohibidos, negocios sucios o vicios nefandos. La sequía está sacando a relucir infinidad de pistolas en los embalses y junto a ellas aparecen suicidas o fugitivos que creíamos en la playa de Copacabana en taparrabos. El nivel ínfimo del agua lo marcará el cadáver del Nani. Cuando éste aparezca el Ministerio del Interior también estará totalmente disecado.

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Sobre la firma

Manuel Vicent
Escritor y periodista. Ganador, entre otros, de los premios de novela Alfaguara y Nadal. Como periodista empezó en el diario 'Madrid' y las revistas 'Hermano Lobo' y 'Triunfo'. Se incorporó a EL PAÍS como cronista parlamentario. Desde entonces ha publicado artículos, crónicas de viajes, reportajes y daguerrotipos de diferentes personalidades.

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