Veinticuatro horas en Viena

Dos jóvenes se conocen por casualidad en el exprés Budapest-París. Celine es francesa, regresa de sus vacaciones y viaja hasta la capital francesa para reanudar sus clases en la Universidad de La Sorbona. Jesse es norteamericano, ha volado hasta Madrid para ver a su novia, pero el reencuentro ha sido un fracaso, se ha ido a viajar sólo por Europa y regresa a Viena para tomar un avión hacia Estados Unidos. En la misma estación de Viena, Jesse le propone a CeIine que le acompañe durante las 24 horas que debe esperar hasta la salida de su avión.Con este planteamiento, tan nueva ola, tan cine europeo de principios de los años sesenta, el norteamericano Richard Linklater consigue hacer una atractiva y difícil película. Una y otra vez está a punto de caer en el aburrimiento, la repetición e incluso la cursilería, pero tiene la suficiente habilidad para salvar una y otra vez los obstáculos que se va poniendo a sí mismo y convertirla en una inolvidable experiencia.

Mínimos encuentros

Durante un día en una ciudad desconocida, Celine y Jesse van de un lado a otro sin rumbo fijo, tienen mínimos encuentros y en realidad no les ocurre nada, absolutamente nada. Sólo hablan sin parar, se someten el uno al otro a pequeños juegos destinados a contarse reciprocamente su vida y conocerse. De forma que al final no sólo saben que se entienden bien mutuamente, sino posiblemente que también se aman.Después de las dos películas hechas por él y todavía inéditas en España, Slaker (realizada en 1991), y Dazed and confused (realizada en 1993), Richard Linklater demuestra ser un interesante y muy personal realizador con esta Antes de amanecer. Tanto por el hecho de salir airoso de las muchas trampas que su personalidad como guionista le tiende a dar al director, como por ni tan siquiera tantearse otras muchas qué podían haber aparecido en su trayectoria, desde el documental turístico hasta la romántica la historia de amor.

Rodada en largos planos y hablada en inglés, con alguna divertida referencia a la incapacidad de los norteamericanos para hablar. otra cosa que no lea su propia lengua, Antes de amanecer es, sobre todo, un muy atractivo enfrentamiento interpretativo entre la actriz francesa Julie Delpy y el actor norteamericano Ethan Hawke, cuyo juego recíproco deja muy claro que Richard Linklater es un excelente director de Actores.

Julie Delpy está espléndida como la francesa que no quiere convertirse en una simple historia y Ethan Hawke también está muy bien, pero no logra dar la ironía sobre el personaje que el director del filme intenta añadirle.