Primeros espadas para un emblema

Los ocho proyectos presentados en 1992 para construir la nueva sede de los servicios técnicos municipales (que en unos pocos meses los interesados podrán rescatar y volver a presentar con algún retoque) vienen avalados por las grandes constructoras del país. Algunos de los arquitectos que se presentaron son también, en opinión del jefe de proyectos de edificación, Guillermo Costa, "primeros espadas"Costa ya tenía un par de favoritos entre los que decidir en la gran final del concurso. En la segunda convocatoria -prevista ahora por el edil de Urbanismo- podrán presentarse, obviamente otros proyectos.No se dan evaluaciones económicas de las ofertas presentadas hace tres años porque no todas ofrecían el mismo grado de acabado del edificio, de modo que sería muy difícil comparar con justicia las cantidades.El proyecto presentado por la unión de empresas formada por Pacsa y Ocisa fue redactado por los arquitectos Roser Amado y Luis Domenech y Agroman encargó a Carlos Pinilla Utrilla su propuesta.

Ferrovial se alió con Entrecanales y Távora para una idea de Francisco Jurado y Javier García Alba; Huarte hizo lo mismo con Dragados y Construcciones y contrataron los servicios de José A. Corrales, Ramón Vázquez Molezún y Mateo Corrales; Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) se casó con Cubiertas y Mzov para encargar a una familia el proyecto (Julio Cano Lasso junto con sus hijos Diego, Gonzalo, Alfonso y Lucía Cano Pintos).

Elsan, Fercaber y Gensa (con participaciones, del 40%, 40% y 20%, respectivamente) confiaron en Elías Solana Berriochoa; Auxini y Comilsa en Pedro Gallego y Emilio de Cima, y, por último, la unión de Ginés y Navarro con Ortiz y Compañía y Crespo y Blasco Electricidad encargaron el diseño a Antonio y Carlos Lamela.