Puntualizaciones

Queremos rebatir algunas apreciaciones objetivamente erróneas que Diego A. Manrique vierte en sus comentarios al Diccionario del jazz (Anaya & Mario Muchnik), publicados el pasado 27 de mayo en el especial que Babelia dedicó a la Feria del Libro (página 27).Ante la imposibilidad de recoger el aluvión de nuevos nombres surgidos en los últimos años, que hubiera exigido un espacio equivalente a un tercio del diccionario original, se procuró establecer desde el principio un severo criterio de selección. Por fortuna, la comprensión del editor permitió que el total de entradas incorporadas a la edición española se estirase hasta la nada despreciable cifra de 60.

Tanto las 18 reservadas a los instrumentistas españoles como las 42 correspondientes a los extranjeros documentan, en su mayoría, las carreras de músicos jóvenes o muy jóvenes (sirvan de ejemplo los 21 años de edad que actualmente tiene el trompetista Nicholas Payton). Nos satisface pensar que, para muchos de ellos, su aparición aquí representa su estreno absoluto en una publicación de estas características. Por tanto, es un error manifiesto que Diego A. Manrique asegure que el diccionario "no recoge el florecimiento de nuevos creadores".

Por otro lado, nos gustaría aclarar que la edición española también está actualizada con las fechas de fallecimiento de 96 músicos que, desgraciadamente, nos dejaron entre junio de 1988 y septiembre de 1994 (por dificultades técnicas, no figuran las de los 18 situados alfabéticamente entre Cook, Junior, y Holley, Major, excepto la de Davis, Miles). Resulta evidente que tampoco en este caso acierta el cronista cuando dice que el diccionario "no recoge la defunción de veteranos". Dos errores parecen demasiados para un comentario tan breve, que, además, también ignora la incorporación de títulos en castellano a la bibliografía.-