Rodríguez Ibarra pierde su hegemonía

Extremadura dejó a Juan Carlos Rodríguez Ibarra sin mayoría absoluta y a expensas del apoyo de Izquierda Unida. "Se han equivocado quienes creían que el PSOE se iba a hundir en ésta región", exclamó Rodríguez Ibarra ante un reducido grupo de militantes y periodistas. Pero lo cierto es que el PSOE cayó del 54% de los votos en 1991 al 43,87% ayer. El Partido Popular ha saltado del 26% al 39,52% de los votos, e Izquierda Unida, aunque ha crecido poco, del 7,13% al 10,57%, ha conseguido que sus seis diputados se conviertan en decisivosen el nuevo Parlamento regional. Extremadura Unida consiguió un diputado con el 3,81%.El PP arrasó a los socialistas en los Ayuntamientos de Cáceres y Badajoz, donde gobernaban y ganó por escaso margen en la capital, Mérida.

Sobre Rodríguez Ibarra cayó anoche la pesadilla que temía: gobernar sometido a la misma tortura que su correligionario Manuel Chaves en Andalucía, con un Partido Popular y una Izquierda Unida convertidos en aliados para bloquear la política socialista, distribuirse el poder e imponer algunas propuestas propias.

El candidato de IU, Ricardo Sosa, lo dejó claro al inicio de la madrugada: su grupo dejará que Rodríguez Ibarra acceda a la presidencia del Gobierno regional, pero luego "hará que el PSOE se aprenda de memoria el programa de IU". No habrá, pues, pacto de legislatura. Y el PSOE tendrá que negociar asunto por asunto.

Para anticiparse a ese calvario, Rodríguez Ibarra afirmó en su primera comparecencia, pasada la una y media de la madrugada, que el PSOE "no es la fuerza exclusiva ni excluyente. Por tanto, tendrán un lugar destacado los demás grupos".