ETA descubre al "topo" policial que ha facilitado la caída de gran parte de su estructura en Francia

ETA ha descubierto al topo que ha facilitado las detenciones de buena parte de los comandos y dirigentes de esa banda terrorista durante los últimos cuatro años, según medios policiales consultados por este periódico. El infiltrado de la policía, un joven que decía llamarse Joseph Anido, haber nacido en Estrasburgo, ser hijo de padres gallegos y haber huido de España por su negativa a cumplir el servicio militar, empezó a frecuentar los ambientes de los colaboradores de ETA en el sur de Francia hace seis años. El diario Egin publicó ayer una foto, del topo facilitada por ETA.

Aunque el Ministerio de Justicia e Interior no quiso hacer comentarios, fuentes policiales señalaron que el llamado Joseph Anido, probablemente una identidad falsa, ha jugado un destacado papel en el desmantelamiento de gran parte de la estructura etarra en Francia.Se trata del infiltrado que puso a los agentes españoles y franceses tras la pista de Félix Alberto López de la Calle, Mobutu, el número dos de la organización terrorista, detenido en Tolón el 17 de noviembre.

Según estas fuentes, el supuesto Joseph Anido se encuentra a salvo, fuera del alcance de ETA, ya que abandonó el sur de Francia semanas atrás, al advertir que la banda empezaba a sospechar de él.

Por medio de un escrito que el diario Egin definió como "una nota de prensa de ETA" la organización terrorista indicó ayer que ha sido objeto de un serio intento de infiltración en sus filas" por parte de "un miembro de las Fuerzas Armadas españolas".

El mismo diario reprodujo por dos veces una fotografía del supuesto Joseph Anido remitida por ETA y, citando a esa organización, señaló que el infiltrado, apodado Josette trató de introducirse "en las estructuras de ayuda a los refugiados del Estado español".

En su comunicado, ETA describe al topo policial como un individuo que en 1.989 apareció en Bayona (Francia) relacionándose con los círculos de euskaldunes, abertzales e insumisos. Agrega la banda terrorista que Josette estudió euskera en Bayona y frecuentaba también los ambientes euskaldunes de San Sebastián.

Otras infiltraciones

Después de relatar las infiltraciones sufridas a lo largo de su historia, la banda armada alude al caso de Joseba Urkijo, Kinito, el dirigente de HB confidente del ex policía José Amedo, de quien dice que "se convirtió en delator" a causa de las presiones y manipulaciones.

En ningún momento la organización terrorista explica el paradero de Joseba Urkijo, que desapareció del País Vasco sin dejar rastro, tras mantener unas largas conversaciones con dirigentes de HB, una vez desvelada su relación con Amedo.

ETA se refiere igualmente a José Miguel Latasa, el preso acogido a las medidas de reinserción que ha criticado públicamente determinadas atentados, indicando que "ha caído en el juego del enemigo".

Los terroristas sostienen en su nota de prensa que en muchos casos las Fuerzas Armadas, españolas tratan de conseguir la colaboración en la lucha contra ETA mediante la coacción, pidiendo primero "informaciones sin importancia" y reclamando luego nuevos pasos a sus colaboradores, hasta que resulte muy difícil salirse de la red. A éstos últimos, les advierten que deben "romper con el chantaje y la colaboración".

La infiltración en ETA ha sido un objetivo policial permanente desde los inicios de la organización terrorista. A lo largo de los años, ETA ha asesinado a tres supuestos infiltrados, Tomás Sulibarria, José Luis Olivia e Ignacio Olaiz, y herido gravemente a Gonzalo Santos Turrientes. Otros dos infiltrados, José Luis Arrondo, Cocoliso, y Miguel Lejarza, El Lobo, consiguieron ponerse a salvo antes de ser descubiertos.

En el escrito publicado por Egin no se menciona el secuestro del industrial José María Aldaya, que continúa en manos de la organización terrorista desde el pasado 8 de mayo.