Voluntarios
Durante algún tiempo he sido socio de Cruz Roja movido por mi interés en ayudar a una ONG que creía prestaba un servicio importante a la población. La mentablemente, pronto compro bé que no era así.En Leganés, jóvenes inexpertos, voluntarios, con una formación prácticamente nula, juegan a médicos en el puesto de socorro. Disfrutan cuando reciben la orden de acudir a algún accidente de tráfico o a la llamada de cualquier ciudadano que, desinformado, piensa que allí le van a resolver su problema.
Si la atención de los accidentes pudiera tener alguna excusa, dada la vergonzosa carencia en servicios estatales de emergencia, la falta de formación no la tiene, aun cuando se trate de personal voluntario. Como tampoco la tiene permitir a estos muchachos (muchos de los cuales no tienen ni la mayoría de edad) atender en los domicilios a pacientes con emergencias vitales, cuándo lo que deberían hacer, de forma inmediata, es canalizar la ayuda a través del servicio de urgencias del Insalud o del 061. Lo contrario supone una irresponsabilidad de difícil justificación.
Si a esto sumamos la utilización de objetores de conciencia en estos servicios, uno llega a la conclusión de que la Administración ha delegado un deber tan importante como es el de velar por la salud de los ciudadanos en una entidad con un prestigio en decadencia, quizá por no haber sido seria al asumir dicha res ponsabilidad, empleando además a dichos objetores como cómplices del despropósito. Ahora tengo claro que había que crear plazas, del modo que fuera, para colocar el elevado número de objetores; no importa si su prestación es necesaria o no.En el caso de Cruz Roja, uno se cuestiona si el Estado no se estará aprovechando de este personal barato para cubrir una parcela olvidada de sus deberes para con el ciudadano. Pero, si esto es así, ¿por qué, al menos, no se les prepara de forma adecuada y se supervisan sus actividades?.-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Milei posterga el debate legislativo de la reforma laboral entre protestas sindicales
Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
La Justicia de Estados Unidos sentencia al Guacho, yerno del Mencho, a 11 años de prisión
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16
- “No podemos hacer nada”: la IA permite copiar en exámenes de universidad con una facilidad nunca vista




























































