Pérez se distancia de sus rivales al pedir tolerancia para las "drogas fumadas"

Izquierda Unida, tercera formación política de la Comunidad de Madrid, probó ayer por primera vez los debates en directo de la cadena SER. Ángel Pérez, su novel candidato, un vallecano de 40 años que fue conductor del Metro y hoy aspira a ser presidente regional, intentó robar minutos para sus ideas en la contienda verbal con dos históricos: Leguina y Ruiz Gallardón. Apenas le dieron oportunidad de lucirse. Pero pudo desmarcarse de sus contricantes en alguna ocasión. Por ejemplo, cuando reivindicó la misma tolerancia para las drogas fumadas que para las drogas bebidas. Joaquín Leguina (PSOE) y Alberto Ruiz Gallardón (PP) no estuvieron de acuerdo.El socialista y candidato a repetir en la presidencia regional resaltó el sentido del humor de Ángel Pérez, y fue aquí, en la broma -"podríamos inaugurar el palacio de Oriente, que es de todos"-, donde el bisoño aspirante de Izquierda Unida colocó sus frases con más facilidad.

Asistió, como si fuera el espectador de un partido de tenis, al choque de argumentos entre los dos favoritos. "Dicen los del PP que bajarán los impuestos a los empresarios y llevan seis años con el tipo impositivo más alto en el Ayuntamiento de Madrid", espetó Leguina a Ruiz Gallardón. Pero el resbalón del presidente fue colosal. "Usted no se sabe el tipo del Ayuntamiento", le replicó el candidato del PP. Y dos minutos de palabras después, Ruiz Gallardón se lo demostró.

Ángel Pérez, mientras tanto, intentaba devolver a los sindicatos la confianza que han depositado en él. "Es urgente necesario reindustrializar Madrid", repitió en varias ocasiones. "Nos oponemos", dijo, "a la contrarreforma laboral del Gobierno de Felipe González que favorece el empleo precario y que también ha apoyado el partido del señor Aznar". Estos ataques resbalaron por el traje de sus dos oponentes. Ni siquiera llegaron a ponerse de acuerdo en el número de parados de la región. Manejaban encuestas diferentes. Además, Leguina negó a Pérez que en la región madrileña se hubiera producido una desindustrialización.

Para finalizar, Ángel Pérez reveló que no cree en la rebeldía de los jóvenes y situó en el debate algunas palabras que abarcan proyectos etéreos.