Una exposición muestra la participación catalana en el tráfico de esclavos en América

La participación catalana en el sistema colonia español entre 1750 y 1914, sin ocultar aspectos polémicos como la trata de negros, es objeto de una exposición abierta ayer al publico en el Museo Marítimo de Barcelona. En la exposición Cataluña y ultramar hay también aventura, y además comercio, y política, y técnica, y ciencia, y dolor.

El visitante puede observar desde una minúscula concha que re-, presenta el interés por las ciencias naturales del arqueólogo Francesc Martorell hasta una colosal caldera de vapor que ilustra el cambio -difícil en Cataluña- en la navegación transoceánica a finales del XIX. Desde una granada casera arrebatada a los insurgentes de Morelos al elegante gorro de diplomático de Víctor Balaguer, tres veces ministro de Ultramar. Desde el rostro de un viejo marino curtido por la sal al poderoso retrato del gerundense Narciso« Clavería, capitán general de Filipinas.El cojín ensangrentado en el que Antonio María Claret apoyó su santa cabeza tras el atentado (1856) que sufrió en Cuba contextualiza textos manuscritos suyos como éste (1852): "De los propietarios de negros, los más malos son los que han venido de España y especialmente los catalanes son malísimos, son pésimos, nunca comulgan ni van a misa. Todos viven amancebados o tienen, ilícitas relaciones con mulatas y negras".

El recorrido arranca con una única concesión poética: dos viejos mascarones de proa del XVIII-XIX, de madera, que se reflejan en un mar de espejos. El primer espacio, Los catalanes entran en el imperio, ya da idea del rigurosamente científico tono de la exposición: un círculo de documentos escritos entre los que figura la página de la Matrícula del- Comercio de la Universidad de Cargadores a Indias que recoge (Sevilla, 1720) el nombre del primer catalán apuntado: Esteve Ros. Al final de la exposición encontraremos otros nombres catalanes en un final de canuno: una foto de "los últimos de Filipinas" entre ellos Pere Vila Sarganté y Josep Pineda. En el trayecto, un whos who de los Güell y los López; catalanes en la economía antillana, como Jaume Partagás; Antoni Brusi i Ferrer como activo accionista dela empresa constructora del canal de Suez... "Agradecemos la libertad con la que hemos podido trabajar", señaló ayer Josep Maria Fradera, coguionistá de la exposición con César Yáñez.,

"Nos ha permitido articular un discurso histórico complejo y difícil de traducir en términos expositivos: el encaje de la sociedad catalana en la sociedad de ultramar".