El régimen argelino sugiere que habrá elecciones presidenciales antes de julio

Las elecciones presidenciales argelinas podrían celebrarse antes del mes de julio. El anuncio fue efectuado ayer por el ministro de Asuntos Exteriores, Mohamed Salah Dembri, en una confe rencia de prensa celebrada en Roma, donde había acudido para entrevistarse con los responsables de la diplomacia del Vaticano, bajo cuyos auspicios se celebró hace tres semanas una cumbre de los partidos de la oposición democrática.

Las elecciones presidenciales argelinas, aludidas ayer por el ministro de Asuntos Exteriores en Roma, habían sido anunciadas oficialmente por el presidente de la República, el general Liamine Zerual, el pasado noviembre en un mensaje dirigido a la nación, en el que deploró el fracasó del proceso de diálogo con la oposición y ofreció como contrapartida la convocatoria de presidenciales, para que Argelia emprendiera lo antes posible el camino hacia la democracia. En aquel mensaje, Zerual no especificó fecha para los comicios, pero aseguró que estos se llevarían a término antes de que finalizara el año 1995.Coincidiendo con las declaraciones de Salah Dembri, ayer la Presidencia de la República emitió en Argel un comunicado por el que se convoca a todos los partidos políticos legales a acudir a las elecciones y a dar una respuesta oficial con respecto a su participación antes del 11 de febrero. A renglón seguido, asegura el comunicado de la Presidencia, se abrirá un diálogo o un debate nacional que tendrá como único tema de discusión las elecciones presidenciales y en cuyo cuadro se tratará de consensuar las modificaciones necesarias de la ley electoral.

El aparato administrativo de la República de Argelia trabaja desde hace varios meses en la preparación de estas elecciones. El Ministro del Interior, Mezian Cherif, ha tenido numerosas reuniones con responsables locales y provinciales, que culminaron ayer en el Palacio de las Naciones, el Club los Pinos, donde se reunió con responsables de dairas o comunas. Al mismo tiempo, en el exterior, los embajadores argelinos tratan de sensibilizar a los Gobiernos occidentales sobre la conveniencia de estás elecciones, como única manera para salvar al país del caos.

La oposición democrática se ha mostrado desde un principio crítica con la convocatoria de estas elecciones, pero no las condena de una manera abierta y rotunda, dejando así una puerta abierta al diálogo y a la negociación con el Gobierno de Argel.