Sin equidad en el Alcázar
Una reciente visita al Museo del Ejército del Alcázar de Toledo me ha dejado profundamente preocupado. La insultante parcialidad en el tratamiento del asedio de 1936 no hace sino continuar la línea propagandista que iniciaron los hagiógrafos del régimen franquista hace 60 años. En 1994, creo, es absolutamente antipedagógico que un museo mantenga esos presupuestos maniqueos.El mostrar la terrible crueldad de rojos y marxistas frente a la infinita probidad de Franco, Varela, Moscardó, etcétera, es sencillamente escupir la objetividad histórica. Los responsables de este museo pretenden -hoy como ayer- hacernos olvidar que fueron esos generales los que comenzaron una guerra en la que hubo más de un millón de muertos.-
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