Enemigos de ETA

EL TEMOR de ETA a quedarse sin enemigos carece de fundamento. Si se van las fuerzas de seguridad del Estado, sustituidas por la Ertzaintza, se convierte a los policías autonómicos en enemigo principal. Y por si un día esto no bastase, ahí están los agentes municipales. Ayer asesinaron a uno de San Sebastián. Los encargados de justificarlo estarán redactando ahora el comunicado; intentando convencerse a sí mismos de que la muerte de Alfonso Morcillo era justa, es decir, necesaria. Imprescindible para garantizar la supervivencia del pueblo vasco. Se tomarán su tiempo, porque ni siquiera para los redactores de comunicados de ETA es tan fácil establecer un nexo lógico entre lo uno y lo otro.ETA es una organización en busca de pretextos para matar. Trabajar en determinada obra, trapichear con droga o ser hijo de un guardia civil son expedientes clásicos de culpabilidad. Pero la heterogénea lista de 300 víctimas potenciales encontrada en poder del comando Vizcaya demuestra que para ETA toda persona es, por el hecho de vivir, digna de ser asesinada. Sin embargo, en cada caso concreto necesita encontrar, a posteriori, un pretexto adecuado. A veces la inspiración es exterior; han surgido especialistas en explicar el verdadero sentido, la intencionalidad última, la causa auténtica de tal o cual crimen. No contribuyamos a esa confusión. Ninguna reivindicación, agravio o injusticia justifica los asesinatos de ETA. Si siguen matando es porque no quieren dejar de hacerlo. Eso es todo.