Graf mantendrá el líderato

Formato. El Masters femenino reúne a las 16 primeras jugadoras de la clasificación por puntos del circuito, diferente a la del ranking por ordenador de la WTA. Las ocho primeras (Graf, Arantxa, Conchita, Novotna, Pierce, Navratilova, Davenport y Date) son designadas cabezas de serie, y las demás entran en un sorteo puro. El cuadro de emparejamientos parte de octavos de final y se dirime por eliminatorias hasta la final, único partido del año que se juega a la mejor de cinco mangas.Liderato mundial. Las posibilidades de que Arantxa se convierta en número uno mundial en el Masters son nulas, a pesar de que su desventaja respecto a Graf es menor que nunca: 41,5 puntos de coeficiente. En este torneo sólo se suman las bonificaciones. No hay puntos por ronda superada. Arantxa necesitaría los 75 puntos que obtendría por ganar a Graf para superarla en la clasificación. Pero sólo pueden encontrarse en la final. Por tanto, Graf habría acumulado otras bonificaciones y seguiría por delante. Es un pez que se muerde la cola. Graf blindó su ranking al no jugar ningún torneo desde el Open de EE UU, alegando una lesión de espalda. Su coeficiente en el ordenador de la WTA no bajó ni una décima. En todas las demás clasificaciones la supera Arantxa.

Un salto al vacío. La superioridad de Graf y de Arantxa es patente. La alemana ha jugado este año 14 torneos y 12 finales, y ha ganado siete. Arantxa ha participado en 17 torneos y 13 finales, y ha conquistado nueve. La española ha ganado dos Grand Slam (Roland Garros y el Open de EE UU), y la alemana uno (Open de Australia). Conchita se impuso en Wimbledon. Sólo otras dos jugadoras (Navratilova y Pierce) alcanzaron finales del Grand Slam. Tras ellas se produce un salto al vacío. El escalón que las separa de las demás es muy alto aunque el ranking no lo especifique.