La nueva presidenta de Sri Lanka desea impulsar el proceso de paz con los tamiles

Ayer juró su cargo la primera presidenta de la historia de Sri Lanka, Chandrika Bandaranaike Kumaratunga. En su mensaje de investidura, en cingalés, tamil e inglés, además de tranquilizar a los inversores extranjeros, volvió a insistir en que la pacificación de la isla, la modificación de la Constitución, que ahora otorga a la figura del presidente ejecutivo poderes excepcionales; la lucha contra la corrupción y una mayor atención a los sectores más pobres, clave de su arrolladora mayoría, serán las principales preocupaciones durante los próximos seis años. Su partido, la Alianza del Pueblo (PA) obtuvo el pasado miércoles el 62,2% de los votos. Casi dos millones más que su inmediato seguidor, el Partido de la Unión Nacional (UNP), dirigido por la viuda de Gamini Dissenayake, asesinado el pasado 24 de octubre, junto a 53 personas más.La nueva presidenta, que ha aumentado en casi un 10% el número de votos, desde que el pasado mes de agosto su partido ganara las elecciones legislativas, ha registrado "el claro mandato del pueblo para proseguir con el proceso de paz, apoyado por el Norte y el Este", habitado también por tamiles. "No Ya a ser fácil terminar con la violencia política", admitió, sin embargo, Chandrika.