González viajó ayer a Paraguay, único país de Iberoamérica que no había visitado

El presidente del Gobierno, Felipe González, partió ayer a las nueve de la mañana de la base de Torrejón con destino a Paraguay, adonde llegó a las 21.50 (hora española), para una visita que se prolongará hasta el miércoles, aunque la estancia oficial empezará mañana. Paraguay era el único país de Iberoamérica que le quedaba por visitar oficialmente a González, y este desplazamiento es interpretado por fuentes oficiales españolas como un "gesto de amistad" con esa reciente democracia y con el primer presidente salido de las urnas, Juan Carlos Wasmosy.Tras llegar al aeropuerto de Asunción, donde fue recibido por Wasmosy, González se trasladó a Ayolas, a 340 kilómetros al sur de la capital, un lugar de recreo donde es posible practicar la pesca y en el cual permanecerá en estancia privada todo el domingo.

Dentro de la agenda oficial del jefe del Ejecutivo figura la firma de un programa global de cooperación que, con una vigencia de dos años, supondrá movilizar en créditos unos 20.000 millones de pesetas, la mitad de los cuales son en condiciones ventajosas para el país receptor. Asimismo, González se entrevistará con Wasmosy, intervendrá ante el Congreso paraguayo y mantendrá encuentros con políticos y empresarios de ese país.

Acompañan al presidente del Gobierno su esposa, Carmen Romero, y los secretarios de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica, José Luis Dicenta, y de Comercio Exterior, Apolonio Ruiz Ligero.

Este viaje estaba previsto para el 16 de mayo, pero fue aplazado con el fin de que González pudiese seguir de cerca la crisis desatada por los casos de corrupción y por la fuga del ex jefe de la Guardia Civil Luis Roldán.