Escudo jurídico

La pistola y la documentación falsa que llevaba Idoia López Riaño cuando fue detenida cumplen una doble función. No sólo sirven para lo que fueron concebidas, sino que además, jurídicamente, valen como escudo protector. Al infringir la ley francesa, portando armas sin permiso y circulando bajo identidad trucada, Margarita sabe que tiene que ser procesada, juzgada y, eventualmente, condenada por la Justicia del País vecino antes de que pueda ser atendida una demanda de extradición española.

También podría ser procesada por "asociación de malhechores", un delito que se castiga en Francia con hasta 10 años de cárcel, pues figura en el sumario abierto al máximo dirigente de ETA Francisco Múgica Garmendia, Paquito, tras su detención en Bidart, en marzo de 1992.

Cargos, en todo caso, menores en comparación con los que debe afrontar en España, donde está acusada de 23 asesinatos, cometidos desde que Ramón Zapirain Tellechea, hoy reinsertado, la captó para el comando Oker, en 1984, hasta que, con José Luis Urrusolo, al que denunció ante la cúpula de ETA, formó parte del comando itinerante disuelto en 1992.

Entre abril y septiembre de 1986 fue protagonista de una de las etapas más sangrientas del siniestro comando Madrid, autor entre otros muchos delitos de la matanza de la Plaza de la República Dominicana, en la que murieron 14 guardias civiles.