El Festival de Huesca homenajea la "vida de cine" de Gutierrez Alea

El Festival Internacional de Cine de Huesca dedicó su segundajornada a rendir homenaje a la trayectoria de Tomás Titón Gutiérrez Alea dentro de la sección Una vida de cine. La proyección de Fresa y chocolate, el último trabajo multipremiado del realizador cubano sirvió para cerrar un día cargado de emotividad. Gutiérrez Alea estuvo arropado por su mujer y un grupo de amigos entre los que se encontraban la actriz Marisa Paredes, los directores de los certámenes cinematográficos de Biarritz y San Sebastián, el director de la Filmoteca Nacional y el pintor Antonio Saura.El director cubano recibió de manos del alcalde de la ciudad, Enrique Sánchez Carraco, el Danzante de oro, símbolo de la ciudad y, visiblemente emoclonado, sólo acertó a a agradecer al público que llenó el cine Olimpia su presencia y a las autoridades el apoyo institucional a esta muestra y al mundo del cine en general.

Previamente Titón, que no percibe "ni un solo dólar" de los royalties que produce la película (cobra únicamente su sueldo de cinco dólares como funcionario de la filmoteca de su país), había compartido una comida donde en varias ocasiones dejó escapar las lágrimas al hablar de la situación por la que atraviesa su país.