La OTAN recuerda a los serbios que sigue en pie la amenaza de bombardeos

"Permanecemos vigilantes y recordamos nuestra determinación a realizar ataques aéreos en coordinación con Unprofor si Gorazde y otras zonas protegidas de Bosnia-Herzegovina son atacadas o las zonas de exclusión son violadas". La Alianza Atlántica daba así a conocer ayer su resolución de mantener la amenaza sobre los serbios bosnios, mientras reconocía que se había cumplido el ultimátum para la retirada de las armas pesadas a 20 kilómetros de Gorazde.

Fuentes de la OTAN expresaron su satisfacción por lo que se considera un segundo éxito de las virtudes disuasivas de la aviación aliada y expresaban su "esperanza para el futuro" y su "pleno apoyo" a los esfuerzos para llevar a todas las partes a una solución negociada.El presidente del Comité Militar de la Alianza, el general Richard Vicent, reconoció ayer a mediodía respecto a la artillería serbia retirada de Gorazde que "existe siempre el riesgo de que sea empleada en algún otro sitio". "No estamos en el final de la historia", dijo. El general re¡teró también la voluntad de atacar de forma fulminante en caso de incumplimiento de las condiciones impuestas por Naciones Unidas y OTAN.

Los militares de la OTAN consideran, sin embargo, que se produce una situación de "cumplimiento en términos generales" del ultimátum. El general Richard Vicent, presidente del comité militar de la Alianza, reconoció que la falta de fuerzas en tierra obliga a fiar las evaluaciones casi exclusivamente a la inspección aérea, por lo que las conclusiones no pueden ser muy contundentes.

"El objetivo de levantar el estragulamiento de Gorazde ha sido obtenido", reconoció una fuente atlántica. A pesar de ello, la OTAN y la ONU mantendrán "una estrecha vigilancia aérea para asegurar que no quedan armas pesadas operativas dentro de la zona de exclusión".

La OTAN ha hecho también un llamamiento para que todas las partes garanticen la libre circulación de movimientos a los cascos azules y al personal de ayuda, dando a entender que también podría realizar ataques si se sigue obstaculizando el paso a los convoyes humanitarios.

Fuentes atlánticas han querido subrayar "la estrecha y efectiva coperación entre la OTAN y la ONU al aplicar las decisiones del 22 de abril". La realidad es que han quedado seriamente afectadas las relaciones entre Yasushi Akashi, enviado especial del secretario general de las Naciones Unidas, y buen número de países aliados, como resultado de su bloqueo de los ataques aéreos el pasado sábado, cuando los serbios hicieron caso omiso en las primeras horas a las conminaciones aliadas.