El resplandor de África

Partir de cero. A pesar de los años de colonización, o precisamente a causa de ellos, Africa sigue siendo un continente que siempre parece partir de cero. África invalida cada día los presupuestos de quienes confían en el progreso. Hace años que África retrocede. De ahí que algunos analistas consideren que acaso lo mejor para este continente sea escarbar en el tiempo anterior a la colonización. Buscar modelos de desarrollo propios, ajenos al brillo de Occidente.Ahondar en ese otro resplandor que todos los que han bajado al corazón de Africa sienten como una picadura, o como un tambor secreto. Ese es el sonido que sigue llevando a centenares de misioneros a volcarse en un trabajo que sólo ellos han sabido mantener contra viento y marea. Como los sacerdotes y las monjas españolas que han visto recompensada su labor oscura en Ruanda y Burundi con un premio de Occidente. Por paradójico que resulte, tras las matanzas que han ensangrentado Ruanda, que han reducido a cero su trabajo de años y años, sacerdotes como el padre Santos Ganuza o monjas como Pilar Espelosín, manifiestan su deseo de volver a Ruanda para poner de nuevo en marcha ese reloj que se ha puesto de nuevo a cero. Tal vez porque ellos sí conocen el resplandor de África: un sentido que aquí, en este hemisferio del mundo, no se encuentra.