Moscú asegura que el ataque de los 'cazas' aliados es contraproducente para Bosnia

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Andréi Kózirev, manifestó ayer su disgusto por los ataques de la fuerza aérea de la OTAN contra las tropas serbias que sitian a los musulmanes en Gorazde (Bosnia), lamentó que su Gobierno no fuera consultado previamente y achacó parte de la culpa de la violencia a los musulmanes, que, dijo, actúan de forma provocadora.

Los interlocutores españoles de Kózirev recalcaban tras escucharle que su lenguaje es más duro que el del presidente ruso, Borís Yeltsin, y algo más suave que el de los militares de su país. Su condena de la acción de la OTAN, añadieron las mismas fuentes, está dirigida a su opinión pública interna con simpatías por la causa serbia y, probablemente, no tendrá ninguna consecuencia sobre el terreno en la antigua Yugoslavia.Kózirev se enteró del segundo ataque aéreo de la OTAN cuando hablaba por teléfono desde el Palacio de Viana -donde almorzó con su homólogo español, Javier Solana con el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher. Éste le informó entonces que se estaba llevando a cabo un nuevo bombardeo contra los serbios que asedian el enclave musulmán de Gorazde. El ministro ruso acompaña a su presidente, Borís Yeltsin, que efectúa hasta mañana su primera visita oficial a España.

"Los ataques aéreos pueden resultar contraproducentes y provocar un mayor agravamiento del conflicto", afirmó el jefe de la diplomacia rusa en una rueda de prensa. A continuación denunció Kózirev "el carácter apresurado de esta decisión tomada sin estudiar sus posibles consecuencias". "La responsabilidad de sus graves consecuencias recae sobre las personas que la han tomado", agregó. Es tanto más lamentable que "las perspectivas no eran males para alcanzar en breve una solución negociada al conflicto".

El segundo reproche formulado por Kózirev es sobre la "lamentable" marginación de su país que, a pesar de ser miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, no fue consultado sobre el desencadenamiento del ataque. En opinión del ministro se viola así el espíritu de las resoluciones de la ONU que prevén la celebración de consultas. "Nosotros nunca nos cerramos a ninguna posibilidad de aclarar una situación", recalcó. "Además no estamos en contra de la utilización de la fuerza cuando no hay más remedio".

El presidente del Gobierno, Felipe González, restó importacia al olvido, por parte de la OTAN, de consultar a Moscú sobre los bombardeos del domingo y de ayer. Tras su primera entrevista con Yeltsin afirmó que anteayer su Gobierno tampoco "fue consultado previamente". Deseoso de ser conciliador con su huésped añadió que podría ser útil establecer un sistema de consultas en el marco del Consejo de Seguridad.

Tanto González como su ministro Solana se alinearon, sin embargo, con la posición de sus aliados occidentales. "Creemos", recalcó, por ejemplo, el presidente, "que se ha cumplido rigurosamente el acuerdo del Consejo de Seguridad y el mecanismo para desencadenar la acción" en defensa de los cascos azules. "Comprendemos la posición de la ONU en la tarde del domingo", agregó el ministro español de Exteriores.

Kózirev arremetió, por último, contra los musulmanes., "Lamentablemente actúan en algunos lugares de forma provocadora", declaró.

Dejó claro, no obstante, que "las fuerzas pacificadoras [de Naciones Unidas] deben estar bien protegidas". En Moscú, su ministerio hizo público un comunicado solicitando el inmediato despliegue de fuerzas de la ONU en Gorazde y el desarme de las fuerzas musulmanas y serbias allí enfrentadas.