Miles de orugas invaden San Fermín

De los árboles -pinos, olmos y chopos-, plantados en la zona del polideportivo y en la plaza del barrio, cuelgan nidos de larvas de mariposa. Cada bolsa contiene alrededor de 2.000 procesionarias, que actúan siempre en pandilla. Las altas temperaturas registradas en las últimas semanas han hecho despertar a las orugas antes de tiempo.Nada más salir el sol, las larvas se descuelgan de los árboles y campan a sus anchas por el barrio. Los vecinos acusan al Ayuntamiento de no haber tomado medidas en los meses anteriores para prevenir la plaga y de querer desentenderse ahora de los invasores.

El pasado miércoles, un vecino recibió una carta firmada por el jefe de la oficina municipal de Usera, José Luis de Pablo, alegando que la zona no está incluida en el Inventario de Conservación Municipal y, por tanto, es a los vecinos del barrio a quienes corresponde la eliminación de las bolsas de larvas y la aplicación del tratamiento fitosanitario.

Compañeras de cama

Como protesta, los vecinos han enviado varios tarros llenos de "nuevos inquilinos" al concejal de Usera, Miguel Angel Araújo, a la edil de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, y al departamento de Parques.

Asomada a la ventana de su casa, en un segundo piso, Alfonsa, de 62 años, recuerda la sorpresa que se encontró en su cama. Dos hermosos ejemplares correteaban entre las sábanas. "Cuando las vi, me dije, vaya, ya tengo compañía esta noche", recuerda Alfonsa.

Unos 20 niños que practicaban deporte en el polideportivo y otros tantos adultos han tenido que ser atendidos en el servicio de urgencias del hospital Doce de Octubre y en otros centros sanitarios a consecuencia de las alergias e irritaciones provocadas por las orugas. El cuerpo de José Ramírez está lleno de ronchas causadas por las orugas.

La pediatra Julia Vara, del Doce de Octubre, asegura que los niños son los más afectados: "Esto es debido a que suele ser el primer contacto el que produce reacción. Son picaduras molestas, muy llamativas, pero nada graves".