Sáenz aboga porque la futura entidad vuelva a la banca tradicional

El presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, dedicó una buena parte de su comparecencia ante la comisión parlamentaria a explicar el camino que, a su juicio, debe seguir la entidad financiera en el futuro: "Concentrarse en la banca comercial, abandonando todo aquello que no se conoce bien". Así de simple es la receta del reflotador de Banesto.Sáenz aderezó esta conclusión echando un rápido vistazo a la historia reciente de la banca mundial. "La década de los ochenta se caracterizó por un crecimiento excesivamente alegre. En los noventa se ha impuesto el criterio de la austeridad, del control, del riesgo y de la banca comercial y universal", explicó. "El Banesto del 27 de marzo. debe ser un Banesto diferente, asentado en su amplia base de clientes y en la gran potencia de distribución que posee su enorme red de oficinas".

La tesis defendida por el presidente de Banesto supone un giro de 180º respecto a la línea seguida por su predecesor, Mario Conde. Una drástica reducción de la presencia en grupos industriales, sobre todo en el sector de los medios de comunicación, es otra de las reglas de oro del equipo de Sáenz.

Ya en respuesta directa a los interrogantes lanzados por los diputados, Sáenz abordó un sinfín de asuntos. El nivel de autocartera fue uno de los que más interés despertó. "La autocartera actual rebasa ligeramente el 3%, es decir, se encuentra a un nivel normal", señaló. Esta cifra contrasta con la del 30% que se había llegado a barajar en el maremágnum que siguió a la intervención del 28 de diciembre de 1992.

Caída de depósitos

La fuga de depósitos también fue abordada en un momento de las dos horas y media que duró la comparecencia de Sáenz: "Nuestros cálculos, ya desestacionalizados, apuntan a que la fuga asciende a 357.000 millones de pesetas". "Sin embargo", matizó, "espero que en marzo nuestros depósitos crezcan entre 30.000 y 40.000 millones de pesetas".

El futuro de la plantilla de Banesto fue otra de las preocupaciones expresadas por los parlamentarios. En este punto, el presidente de la entidad anunció que se ha comprometido con las centrales sindicales a firmar un protocolo previo a la junta de accionistas, que se celebrará el próximo 26 de marzo. En ese protocolo, el banco promete a los sindicatos que no habrá ningún expediente de reducción de empleo, ni ninguna otra medida "traumática". Es decir, que la única fórmula para recortar empleo sería a través de bajas incentivadas, siempre negociadas.

En cuanto a la posible responsabilidad del anterior equipo gestor, Sáenz mantuvo una actitud prudente. La única referencia que hizo a sus antecesores fue, a preguntas de un diputado, detallar la retribución del consejo. En 1991, cobraron 1.306 millones; en 1992, 1.025 millones,, y en 1993, 730 millones.