Volkswagen rechaza un pedido de 20.000 coches para Landaben destinados a China

La dirección de la multinacional alemana Volkswagen decidió ayer rechazar un pedido extraordinario de 20.000 vehículos destinados al mercado chino y que debían construirse en un tiempo record de dos meses en la factoría de Seat en Landaben (Navarra).Fuentes de la factoría de la Fábrica de Automóviles de Navarra (Fanauto) -antigua Seat-Landaben- señalaron ayer que la multinacional había dado inicialmente el visto bueno al pedido pero los precios de saldo que exigía el importador chino "no cubrían ni siquiera los costes de fabricación del vehículo". Y añadieron: "Pese a todo, atender el pedido era una prueba de fuego para la empresa".

Las mismas fuentes agregaron que los problemas legales para la "exportación de los vehículos y la no homologación del Polo en aquel país hubiera supuesto un retraso adicional en la entrega".

Fuentes consultadas ayer por este periódico en la dirección alemana de Wolsfburg no pudieron confirmar las razones por las que la dirección ha decidido no atiender este pedido extraordinario de vehículos con destino al mercado asiático.

Por otra parte, el presidente del grupo Volkswagen, Ferdinand Piëch, ha decidido tomar control directo de su filial Audi tras destituir al presidente, Franz-Josef Kortüm, informa Lino Ventosinos. El despido se ha formalizado en una reunión celebrada el viernes, por el consejo de administración de Audi, del que Piëch es presidente. El consejo ha nombrado Herbert Demel como sucesor de Kortüm, aunque su título ha sido rebajado a portavoz de la presidencia.

Con los cambios en Audi, Ferdinand Piëch ha procedido, desde que accediera a la presidencia del grupo a comienzos de 1993, a una renovación casi total de los cargos directivos del consorcio, entre los que se incluyen los de la filial española Seat.

Volkswagen no ha hecho públicas las razones del despido del presidente de Audi, entre las que se incluirían diferencias personales de Piëch con Kortüm a propósito de la orientación de la empresa. Un factor añadido es la difícil situación económica de Audi, que según las previsiones podría perder en 1993 unos 200 millones de marcos (más de 16.000 millones de pesetas).