Los renovadores piden a Guerra que diga si quiere seguir en la ejecutiva

Destacados dirigentes renovadores del PSOE no ocultan su incertidumbre ante el silencio del vicesecretario general, Alfonso Guerra, sobre si acepta la propuesta del secretario general, Felipe González, de repetir en el cargo tras el congreso federal del próximo marzo. Esta era una interrogante que ayer se hacían dirigentes renovadores reunidos en Magaz de Pisuerga (Palencia), donde se han celebrado las últimas jornadas de debate antes del congreso federal.El secretario regional de Castilla y León, Jesús Quijano, organizador de las jornadas junto al secretario de organización, Juan Ramón Lagunilla, preguntó en alto, aunque de forma indirecta, sobre los planes de Guerra. "El secretario general ha avanzado un criterio integrador y es de esperar que sea acogido con lealtad y que se exprese la voluntad inequívoca de colaboración que disipe las dudas que pueden deducirse del silencio". De esta forma un tanto alambicada, Quijano pedía a Guerra que se manifieste, toda vez que desde la propuesta de González ya han transcurrido dos semanas.

Los asistentes a a las jornadas en Magaz de Pisuerga han mostrado, al menos verbalmente, un talante conciliador. Así, el secretario de Organización, Txiki Benegas; el responsable de Economía, Francisco Fernández Marugán; el ex ministro del Interior, José Luis Corcuera; el ex ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval; el presidente del grupo socialista en el Congreso, Carlos Solchaga, y los propios socialistas castellano leoneses expresaron un firme deseo de que en el congreso federal se produzca la renovación política que demandan los tiempos, junto a la máxima integración de los diversos sectores.

Crítica a los sindicatos

La expresión de Benegas de "convivencia leal en el disenso", fue calificada de "brillante" por el renovador Quijano y muy bien acogida por el resto de los conferenciantes, que pusieron de manifiesto la identidad de criterios cuando se ha vuelto en el seno del PSOE a debatir sobre problemas concretos. Quijano reconoció que si todos son sinceros en el debate, no habrá diferencias en los proyectos políticos. Así, la necesidad de reformar el actual modelo de prestaciones sociales para garantizar el mantenimiento del estado del bienestar no fue puesto en cuestión por nadie. A 72 horas de la huelga general, Corcuera y Martínez Noval la consideraron desmesurada, sobre todo por los motivos esgrimidos por las centrales sindicales. Ambos políticos defendieron la reforma laboral que llevará a cabo el Gobierno. Corcuera reconoció que los socialistas se han arrugado ante los sindicatos" por el temor a que fueran tachados de "antisindicalistas", con lo que el PSOE se ha situado en una posición de inferioridad. "Hemos ejercido un cierto paternalismo sobre quien supuestamente es más débil, con lo cual estamos rehuyendo el debate", dijo Corcuera.