La entidad financió con créditos a clientes el 60% de la ampliación ofrecida al mercado

Banesto financió con créditos a clientes a bajo interés el 60% del primer tramo de la ampliación de capital llevada a cabo en el pasado verano. En el segundo tramo de esa ampliación se incorporó como accionista el fondo Corsair, gestionado por J. P. Morgan. Los créditos concedidos por Banesto a clientes para que acudieran a la ampliación de capital ascienden a 30.000 millones, cerca del 60% de los 52.659 millones a que ascendió el primer tramo (captado en el mercado y no comprometido por inversores institucionales). A este porcentaje habría que sumar una parte de los 35.000 millones que los empleados tienen invertidos en Banesto y que fueron desembolsados el pasado verano. Otra parte de esta última cifra es lo que los empleados todavía deben por la compra de acciones en diferentes ampliaciones de capital realizadas por Banesto y que recibieron a un interés del 7%.La elevada cantidad de dinero invertida por empleados y clientes, a los que la presión de la red comercial y unas especiales condiciones de financiación ayudaron a motivarse para acudir a la ampliación, es uno de los factores negativos a la hora de proponer una reducción drástica de capital para enjugar parte de las pérdidas en que incurrió el anterior equipo. Aunque la magnitud del agujero aún no está delimitada, se sabe que es de tal tamaño que "el valor intrínseco de la acción es cero, que se han agotado los recursos propios", según el nuevo equipo.