El Oso pegajoso

Al alcalde de Madrid le ha salido un guardaespaldas peludo que además no le cuesta un duro al Ayuntamiento. Desde el 3 de diciembre, un parado de Vallecas, Titi, de 23 años, persigue a José María Álvarez del Manzano -con considerable disgusto por parte del regidor-, disfrazado de oso antimorosos. "Se pilla unos rebotes que no veas", se carcajea Titi. Los sindicatos municipales pagan al oso -"que se ha bajado del madroño para pedir justicia", reza el pasquín que reparte por doquier- para que recuerde al regidor en actos oficiales y cenas de alcurnia que no ha cumplido- y que ha birlado una paga a los funcionarios.En el maletín del plantígrado alcalde -"pague lo que debe"- se resume el malestar de 30.000 trabajadores municipales que se han quedado sin su tercera extra a pesar de que el convenio les da derecho a cobrar un tercio de sueldo adicional en septiembre. La razón que esgrime el equipo de gobierno del PP (si se pagase esa extra, la subida de los funcionarios superaría el 3,5% establecido en los Presupuestos Generales del Estado) no convence a ningún sindicato. Tampoco la apelación del alcalde a la solidaridad con el país en crisis.

Titi parece disfrutar de su trabajo. Además de darle de comer y sacarle del paro, llena la ciudad de risas. Por ejemplo, los niños se subieron contentos a su chepa el viernes porque resultaba más accesible que la Bestia de Walt Disney, que vino a Madrid para leer el pregón de Navidad. Pero otro guardaespaldas -esta vez en traje azul marino en vez de peluche marrón- le ordenó salir de allí.

Pero al alcalde, José María Álvarez del Manzano, no le hace ninguna gracia que un parado con piel de oso le siga a todas partes. El curro de Titi, vallecano de 23 años, también tiene sus inconvementes. La Policía Municipal ha tomado sus datos ya dos veces y el jueves un miembro del PP le quitó los pasquines que repartía a la entrada de una recepción al Cuerpo Diplomático. "¡Cómo hacéis tanto el idiota!", le espetó malhumorado. "Puede ser un terrorista disfrazado", exclamaba el alcalde a los servicios de seguridad, "hay que pedirle la documentación".

En un acto celebrado en el club Siglo XXI, El Oso arrancaba bufidos a los guardaespaldas del regidor, quien considera la charada sindical un insulto al Ayuntamiento. En cambio, el presidente del Partido Popular, José María Aznar, "se partía el culo" en los pasillos, según narra el propio Oso.

En avión

Hace dos semanas, el oso vallecano tuvo que prestar su pellejo a un funcionario para acompañar al alcalde en el avión a Santiago de Compostela porque a Titi volar le da pavor. Además, el día anterior dos atracadores habían mantenido en vilo a todos los vecinos de su bloque de la calle de Luis Buñuel, sobre todo a cuatro miembros de la familia del séptimo piso que estuvieron secuestrados durante 13 horas por unos atracadores. Titi no pudo entrar en su piso hasta que, pasadas las tres de la mañana, la policía resolvió la situación y permitió el acceso al edificio. Y no quiso irse a las nubes con el alcalde por si a algún loco terrorista -disfrazado o no- se le ocurría encañonar al comandante de la nave.