"No hay motivos de sospecha"

La última fase del proceso electoral ruso presenta aspectos contradictorios. Por una parte, los observadores occidentales que han seguido los comicios certifican que la jornada del domingo se desarrolló correctamente, pero lo que ya no se ha desarrollado con la misma transparencia ha sido la posterior difusión de los datos, sobre todo los correspondientes a las votaciones a diputados de las cámaras legislativas.La difusión de cifras a través de la televisión se vio pronto interrumpida la noche electoral después de que los primeros datos facilitados sobre zonas del Extremo Oriente daban una y otra vez como vencedor al partido ultranacionalista de Vladímir Zhirinovski. La fuente de información más fluida, la del servicio especial creado en Presidencia, empezó funcionando con regularidad pero pronto empezó a espaciar la difusión de los datos, que fue interrumpida varias horas en la madrugada. Durante la jornada de ayer los datos se sirvieron con cuentagotas.

El desarrollo del proceso electoral el domingo, sin embargo, fue valorado muy positivamente por la delegación pluripartidista de siete diputados de las Cortes generales españolas. Esta valoración "coincide con la de la Unión Europea en la reunión que hemos mantenido esta mañana", precisó el socialista Jesús Caldera, jefe de la delegación.

Caldera señaló que se habían observado dificultades de interpretación, dada la complejidad de unas votaciones en que intervenían cuatro papeletas distintas, pero destacó "la ausencia total de intimidación" que apreciaron y "la profesionalidad y limpieza" con el que se efectuó el recuento de votos en las cuatro mesas en que controlaron esa fase de los comicios. Sobre los cortes nocturnos de información opinó: "No hay motivos de sospecha sobre lo que ha pasado esta noche".