Guerra pide a la izquierda que demuestre su diferencia de la opción cultural de la derecha

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, defendió ayer la necesidad de que la izquierda proclame cuál es su proyecto cultural para poner en evidencia "las distintas opciones culturales entre la derecha neoliberal y las posiciones progresistas". El número dos del PSOE clausuró ayer unas jornadas con el título La cultura, un derecho, organizadas por el secretario de Cultura del PSOE, Salvador Clotas. Unos 200 intelectuales y artistas asistieron a estos dos días de debate que inauguró la ministra de Cultura Carmen Alborch.

El panorama que dibujó Alfonso Guerra fue poco grato aunque abrió una posibilidad a la esperanza si "los políticos y los hombres y mujeres progresistas de la cultura" se unen para hacer frente a la "degradación de los contenidos culturales" que caracteriza este fin de siglo. Para Alfonso Guerra la causa de estos males hay que buscarla en "el neoliberalismo". "Todo se sacrifica ante el altar de la economía y ante ese nuevo sagrado social llamado mercado". Según Guerra el "mercadocentrismo cultural" está debilitando el tejido cultural europeo y como ejemplos citó la "seudopornografia cultural" y los reality shows. "El ocio se ha convertido en la búsqueda de olvido; la gente mira la televisión hasta quedarse dormida; esta es la era de las expectativas limitadas. Una sociedad del olvido", sentenció Guerra.Después de estas notas pesimistas Guerra reorientó su discurso para animar a los allí presentes, galeristas, actores, personas de los medios de comunicación, a reivindicar la cultura como un derecho para todos los ciudadanos y elemento esencial de quienes como él defienden el socialismo democrático. "La cultura debe ser un elemento clave del proceso reformador del socialismo". Guerra no apuntó soluciones sino que citó las intervenciones de quienes habían participado en las jornadas, tales como el escritor francés Regis Debray y su defensa de la "excepcionalidad cultural" en relación con el acuerdo del GATT que, a juicio de Guerra, va a poner a prueba si es posible defender la identidad de las culturas europeas ante el "expansionismo nortearnericano".