Gil, el más satisfecho

El hombre más feliz del planeta. En ese estado dejó el partido a Jesús Gil, el presidente del Atlético. Gritó hasta quedarse afónico desde el palco, por lo que pidió disculpas, se llenó de regocijo con la dedicatoria que le hizo Kosecki en uno de sus goles, y se presentó ante los periodistas con la muestra más clara de satisfacción que se le recuerda. "Me daría igual morirme así, lleno de gusto. Sólo lo sentiría por mi familia y mi caballo. Es el día más feliz desde que llegué al fútbol"."Ha sido una de las fechas más históricas de este club", añadió, "una página grandiosa. Remontar un 0-3 al Barça no lo hace nadie. Me dan igual los títulos, yo quiero lecciones de lucha como ésta. Os juro que si hubiéramos perdido también habría felicitado a los jugadores. Los futbolistas serían ricos conmigo. Les bastaría entregarse siempre así".

Sobre la continuidad de Heredia en el banquillo, dijo: "No es cuestión de entrenadores, es cuestión de echarle ciripolen. Estando yo, para qué queremos entrenador. En serio, no supe la alineación hasta poco antes del partido". Por último, el presidente del Atlético se acordó de Cruyff: "Tiene que estar ahora cogiendo tulipanes".