La oposición nacionalista ataca la política de Rabin

La muerte de dos soldados israelíes en Gaza, atribuida a militantes del movimiento radical Hamás, no ha impedido al primer ministro, Isaac Rabin, mantener su compromiso ante la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) en las negociaciones de Taba para la puesta en libertad de un primer grupo de prisioneros palestinos. El atentado ha proporcionado a la oposición nacionalista una ocasión de oro para criticar la política del Gobierno con relación a los palestinos.El número inicial previsto de 760 presos a liberar ha quedado reducido a 660, al ser excluidos de la lista los sospechosos de pertenecer a Hamás y Yihad Islámica. Tampoco fueron liberados 33 palestinos condenados por los tribunales civiles, ya que para ello es necesaria una medida de gracia del Gobierno. Ello no impidió la acerba crítica de la oposición. "Un Gobierno que libera a los terroristas pierde toda fuerza disuasoria contra ellos. Quienes asesinaron a los dos soldados israelíes saben que, aun en el caso de que sean capturados, acabarán siendo liberados gracias a los acuerdos concluidos con Yasir Arafat", declaró ayer el presidente de la coalición LIkud y diputado de la oposición, Bibi Netanyahu.

"Continuaremos las negociaciones con la OLP en Taba y mantendremos nuestros compromisos", replicó el primer ministro, qué añadió: "Si no lo hacemos así, sería como dar a los fanáticos del islam un derecho de veto sobre el proceso de paz". "No haremos un regalo a los enemigos de la paz y seguiremos apoyando a quienes, entre los palestinos, trabajan por ella", señaló el primer ministro, para quien la OLP mantiene su compromiso, hasta ahora, de no atentar contra los israelíes, desde que firmara en Washington el pasado 13 de septiembre los acuerdos de paz.

La tarea de Rabin es aún más complicada porque la OLP guarda un embarazoso silencio sobre la muerte de los dos soldados y desde sus filas no se ha producido ninguna condena.

Hasta ahora, Rabin ha conseguido mantenerse firme frente a las críticas e insultos vertidos desde la derecha nacionalista. Sin embargo, si los extremistas islámicos mantienen su política de atentados, los dirigentes de Israel encontrarán dificultades añadidas para continuar la liberación progresiva de los prisioneros palestinos.