Una profesión vejatoria

En Haití existe la profesión más vejatoria del mundo: el mulet (el mulo). Este mulo no es equino, sino humano. Se trata de un hombre, generalmente de edad, que arrastra un inmenso carro de mano. El mulet tiene su tarifa: cinco gourdes (poco menos de 65 pesetas) por cuadra o manzana andada.También en Haití existe el negocio de menos ingresos del mundo: las aguadoras, que venden vasos de agua corriente por sólo media gourde, que equivale a poco más de seis pesetas.

Mulets y aguadoras son de las pocas gentes que trabajan estos días en Puerto Príncipe, de cuyos 738.000 habitantes la mitad ha huido hacia el interior del país en busca de refugio, aterrorizados ante lo que pueda ocurrir en los próximos días.

En Haití, lo mismo cohabitan por sus calles llenas de baches y socavones encharcados de aguas pestilentes un tap-tap que un Ferrari o un Mercedes último modelo de algún rico de Pétionville.

Es una de las muchas diferencias existentes en el país más pobre del hemisferio occidental. Otra es que los ricos tienen servicio municipal de recogida de basuras y los pobres, casi el 90% de la población, se ven obligados a quemarlas en plena calle porque a sus barrios de hambre y miseria no llegan los camiones.