El PSOE pide al PP reabrir el "diálogo institucional"

El PSOE ha pedido al Partido Popular el restablecimiento de lo que llama "diálogo institucional" para cubrir las vacantes y los puestos pendientes desde la legislatura pasada, y que no se cubrieron por el radical enfrentamiento entre ambos grupos.Así lo expresó una delegación de dirigentes del partido socialista a otra del Partido Popular, encabezadas, respectivamente, por el secretario de organización, Txiki Benegas, y el secretario general, Francisco Álvarez Cascos, en una reunión reservada en la que se emplazaron para una negociación próxima.

Socialistas y populares pusieron sobre la mesa todas las instituciones que están en situación de vacante o provisionalidad por la mera razón de que los partidos políticos no se han puesto de acuerdo en la provisión de puestos.

El Defensor del Pueblo, cinco vocales del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), el Consejo de Administración de RTVE, varios vocales del Consejo de Universidades y dos puestos en el consejo consultivo del llamado Convenio de Schengen, por el que los países firmantes del acuerdo se comprometen a intercambiar datos para perseguir la delincuencia.

Todas estas cuestiones se arrastran desde la legislatura pasada, en la que, después de muchas reuniones, el resultado fue infructuoso, dado el enfrentamiento que presidió las relaciones entre socialistas y populares.

La situación ahora no es mejor en absoluto entre los dos grupos, e incluso el diálogo ha sido nulo desde que empezó la legislatura.

Esta situación llevó al PSOE a pedir a los populares una tregua para que al menos las cuestiones institucionales quedaran salvadas y pudiera haber un mínimo nivel de diálogo.

A esta reunión asistieron por parte del PSOE, además de Benegas, Francisco Fernández Marugán, responsable del área económica, y Abel Caballero, secretario ejecutivo del área institucional. Francisco Álvarez Cascos, secretario general del PP, estuvo acompañado por el vícesecretario general de ese partido, Mariano Rajoy.

Reunión de tanteo

Además de estas cuestiones se trató la cesión del 15% del impuesto sobre la renta (IRPF) a las comunidades autónomas. Este escollo tampoco se salvó, ya que los dirigentes del Partido Popular manifestaron a sus homólogos del PSOE que, de momento, las conversaciones debían transcurrir por la vía gubernamental, es decir, del Gobierno central al Gobierno de comunidades autónomas.Dirigentes de los dos partidos reconocieron que esta reunión, celebrada la semana pasada, fue de "tanteo" y que ambos se observaron. Los populares reconocen que tienen cierta prisa por renovar el Consejo de Administración de RTVE, y en segunda instancia, el Consejo General del Poder Judicial, no así el Defensor del Pueblo.

Actualmente ocupa ese puesto Margarita Retuerto, que en su día fue propuesta por el Partido Popular como adjunta al titular, Álvaro Gil-Robles. "Hay transitoriedades más lesivas que otras, y la del Defensor del Pueblo no lo es", reconoció un dirigente del PP.

En cambio, sí consideran "Iesiva" la situación de RTVE y, sobre todo, la confirmación en el puesto como director general de Jordi García Candau. Los populares han empezado esta legislatura con renovada belicosidad respecto a García Candau y su equipo.

Fuentes parlamentarias populares muestran cierta tranquilidad en cuanto a las conversaciones para la renovación de todos los puestos. "Con 141 diputados, el PP representa a dos quintos más uno del Parlamento, por lo que el diálogo es obligado y ya no vale la coacción a la que antes nos sometían los socialistas con su mayoría absoluta", advirtieron los dirigentes populares consultados.

Estos portavoces reconocieron que los antecedentes de esta legislatura no son buenos, como se ha visto en la constitución de las propias mesas del Congreso y del Senado, en las que Izquierda Unida -tercera fuerza parlamentaria por el número de escaños obtenidos en las pasadas elecciones- quedó fuera, en tanto que se premió a los nacionalistas catalanes y vascos al considerar el PSOE que eran aliados más seguros.

Esta situación llevó al Partido Popular a que no cediera ninguno de sus puestos y se quedara con el número que proporcionalmente le correspondía.