El Real y los errores del pasado

El subsecretario del Ministerio de Cultura, Enrique Linde, dijo que asumirá personalmente las polémicas e interminables obras de reconversión del Teatro Real de Madrid de sala de conciertos en teatro de ópera. Hasta ahora, el portavoz de estas obras era el director general del Instituto de las Artes Escénicas y de la Música (Inaem), Juan Francisco Marco. Linde tratará de dar carpetazo a "los errores del pasado" y reconoció que ha habido "serias dudas" de si se podían continuar las obras por falta de dinero.Tales dudas se han despejado a favor de terminar de una vez el proyecto, para lo que se ha destinado en los presupuestos de 1994 una cantidad de 4.150 millones de pesetas. Según Linde, faltarían otros 5.000 millones de pesetas, a invertir en 1995, para la conclusión de la reforma, con un total de 16.000 millones. "Yo voy a intentar que sea menos", dijo, y se refirió a un plan para asegurarle a la empresa Huarte el dinero para finalizar la obra civil. Linde habló de "hacer una cosa digna en los remates", lo que indica que podrían revisarse aspectos del proyecto.

Respecto a los datos manejados por el PP, que cifran en 19.000 millones una reforma con siete años de proyectos, numerosas contradicciones y baile de cifras, el ministerio se mantiene en que serán unos 16.000 millones. Aun contando con este último dato, la reforma supone el triple de lo previsto.

Linde tendrá, además, que poner orden en el baile de arquitectos que están transformando el Real. El último terremoto ocurrió en abril, cuando el ministerio nombró para el equipo de dirección de la obra a Francisco Rodríguez Partearroyo, el mismo cuyo proyecto de ampliación del Museo del Prado descarta ahora el nuevo equipo ministerial.

Para otras inversiones del Inaem se emplearán en 1994 un total de 817,5 millones de pesetas, destinados, sobre todo, a la Joven Orquesta Nacional de España y a la futura sede del Ballet Nacional de España.