Celos entre líderes

J. C. La Comunidad de Madrid es una institución que va hacia arriba pero a costa de los municipios. Cada año gana peso y eso provoca tensas fricciones. En cada elección araña algún político representativo. Los, tres líderes regionales (Joaquín Leguina, PSOE; Alberto Ruiz Gallardón, PP e Isabel Vilallonga, IU) proceden de diferentes generaciones de la corporación madrileña. Los tres buscan proyectarse.

Leguina (52 años) fue concejal de Hacienda y ahora reconoce que las relaciones con el municipio "siempre han sido reticentes". Tiene su teoría para suavizar esta acritud: "No sacar la cabeza, no p6gar codazos en las inauguraciones y esperar que el tiempo coloque las cosas en su sitio".

Leguina admite que la Comunidad se ha preocupado estos años más por reequilibrar los equipamientos de los municipios pequeños y de la periferia que por el de Madrid. Reconoce que la capital ha perdido pulso y no exime de culpa a la Administración central: "Al Estado en París, le salen los francos por las orejas y en Madrid ha faltado una actuación estrella".

Ruiz Gallardón (34), al margen del resultado del PP ayer, optará en breve por estar fuera o semifuera del parlamento regional: "Quizá los dos [Joaquín Leguina y él] llevamos demasiado tiempo".

Vilallonga (42) justifica las malas relaciones con el municipio "por un problema de celos". Afirma que su futuro "tiene mucho que ver con la región porque es el tamaño idóneo para aplicar las recetas".