Manifiesto cultural contra el voto a la derecha

Personajes como Javier Gurruchaga, Lluís Pasqual, José Luis Alonso de Santos, José Carlos Plaza, Antonio Banderas, Magüi Mira, Emilio Gutiérrez Caba, Víctor Ullate, Toni Cantó, Vicente Molina Foix, José Agustín Goytisolo, Fanny Rubio, Mónica Randall, Juan Antonio Hormigón, Coque y Gerardo Malla o Joan Font figuran, entre más de seiscientos firmantes, en un manifiesto contra el voto a la derecha difundido por organizaciones profesionales del sector cultural y diversos intelectuales.Todos ellos afirman respetar el voto de cada ciudadano, pero afirman, como creadores y trabajadores de la cultura: "Somos conscientes de la importancia del actual momento político y hacemos un llamamiento a la opinión pública para pedir un voto inequívoco contra la derecha, que propicie un futuro democrático de progreso y cultura para España".

El manifiesto, que ha sido calificado como un documento de acción, señala: "Los lugares comunes y generalidades demagógicas, la ausencia de planes concretos y una agresividad catatrofista han caracterizado los mensajes y presencia pública de la derecha en el último año". Y continúa: "Su enunciación de la necesidad de un cambio, conducido por quienes constuituyen su fuerza política más connotada y vociferante, sólo puede producirnos estupor y sarcasmo".

Los firmantes también invitan "a comprobar la incongruencia de las afirmaciones de la derecha, basta cotejarlas con las realidades específicas allí donde gobiernan".

El manifiesto no solicita el voto para ningún grupo o partido político: "Sabemos de sobra que nadie es neutral ante lo que estas elecciones nos plantean, aunque se pueda ser independiente en mayor o menor medida, y es desde esta independencia intelectual y artística -al margen de las adscripciones partidarias que puedan darse-, que planteamos la necesidad de aunar nuestras opiniones para decir claramente: ¡No a la regresión que la derecha representa!".

También sé afirma en el manifiesto que es absurdo castigar a alguien acarreando con ello el castigo propio: "No tener memoria histórica en este caso supone adoptar una actitud suicida e irresponsable".