Ofensiva serbia contra la ciudad de _Maglaj

/ AGENCIAS

Los serbios lanzaron en la madrugada de ayer una fuerte ofensiva contra Maglaj, ciudad bosnia controlada por los musulmanes, 130 kilómetros al norte de Sarajevo.

Según un radioaficionado, más de 2.000 proyectiles han caído sobre la ciudad, muchos edificios están ardiendo y hay numerosos muertos y heridos.

La posibilidad de una acción internacional no parece asustar a los serbios. "Estados Unidos no logró ganar la guerra de Vietnam", recuerda Zoran, un miliciano de 26 años, mostrando su escepticismo. Se percibe el ruido de los reactores de la OTAN que vigilan el cielo de Bosnia para aplicar la zona de exclusión aérea. El miliciano ríe y apunta hacia arriba. "Ve usted", señala, "ni siquiera se atreven a acercarse. Intentan asustamos con ese ruido, pero eso es todo lo que hacen, ruido".

Fuera, una ametralladora Browning de la Il Guerra Mundial está situada tras una barrera de sacos terreros, junto a un mortero dispuesto a lanzar sus proyectiles contra Sarajevo. Desde posiciones como ésta, la artillería serbia ha matado a más de 10.000 personas y ha herido a otras 50.000 en la asediada capital bosnia. Pero ahora disparan poco.

Una confianza similar es perceptible en todas las zonas controladas por los serbios. Su radio ha informado de cada cambio en la actitud de Washington, Londres y Moscú. Como inversores vigilando la tendencia de la Bolsa, incluso tenderos y empleados de gasolineras analizan los peligros de una intervención exterior. Todos están convencidos de que el riesgo es casi nulo.

Mientras, Sarajevo volvió a vivir el terror el pasado sábado y la madrugada del domingo. "Hemos visto muertos y heridos en los dos bandos [serbios y musulmanes]. No podemos determinar quién comenzó, ni podemos contestar por qué", señaló Barry Frewer, portavoz militar de las Fuerzas de las Naciones Unidas. El sábado hubo intercambios de fuego de un centenar de morteros tanto en las zonas musulmanas como en las de dominio serbio.