Debate de guante verde

Fue uno de los debates menos crispados de la campaña. Representantes del PSOE, PP, IU, CDS y Los Verdes se reunieron ayer en Madrid, convocados por la Fundación Universidad Empresa, para hablar de ecología. Adoptaron posturas verdes, pero, por una vez, no se pusieron verdes unos a otros.Carlos Dávila, ex diputado del PSOE, fue abstracto en sus explicaciones e introdujo la retórica del lenguaje político. Llegó a decir: "Hemos apreciado que hay una razonable base objetiva para diferenciar la problemática ambiental común con otros países de la CE y otra propia de nuestro país". Dávila explicó como grandes directrices del programa del PSOE: plan de reforestación, regeneración de costas, ampliación de la red de parques nacionales, defensa de un plan hidrológico con consenso social y recuperación de las cañadas reales.

María Teresa Estevan, que llevó los temas de medio ambiente del PP la pasada legislatura, fue la que se manejó con más soltura y decisión, fue la más ácida, pero desconcertó al público. LLegó a decir: "Hay que ver lo que están haciendo con nuestras ciudades llenándolas de esos horrorosos iglús para vidrio, contenedores y, ahora, recipientes para papel". Y acusó al PSOE de estar manipulando el peso molecular del dióxido de carbono para defender en Bruselas que los españoles contaminan menos que otros países de Europa; pero rechazó el impuesto fiscal (la ecotasa) que se quiere imponer a estas emisiones.

Estevan insistió en que el Partido Popular quiere crear un ministerio de Medio Ambiente (el único partido político de los presentes que defendió esta postura) y explicó que hace falta un plan hidrológico que haga más hincapié en el ahorro del agua.

Katia Cócera, de Izquierda nida, fue mujer de tópicos y coletillas; leyó nerviosa un papel y no supo defender el programa de su partido, bastante amplio y preciso en propuestas de medio ambiente. Concluyó: "Somos de izquierda y por eso queremos transformar la sociedad". "Estamos contra los proyectos actuales de AVE; sólo los defenderemos si pasan por regiones muy llanas". Además, resaltó que Izquierda Unida es partidaria de los impuestos ecológicos y totalmente contraria al actual Plan Hidrológico.

Joaquín Ximénez, del CDS, generalizó. Lo más que llegó a decir: "No es desarrollo sostenible. Es desarrollo perdurable". Manuel Valero, candidato al Senado por Los Verdes, quiso romper los tópicos que califican de utópicos a los partidos verdes: "Querernos potenciar un empresariado sinceramente ecológico". "Hace falta un ministerio de Economía y Medio Ambiente". Abogó por el cierre de las centrales nucleares, la limitación del tráfico de mercancías por carretera para apoyar el tren y la declaración de los cascos históricos de las ciudades como zonas reservadas para el peatón y las bicicletas.