Salida en la incertidumbre

M. Á. N., El 24 de noviembre de 1988, el ministro de Economía, Carlos Solchaga, encargaba a Francisco Luzón, alto cargo del Banco Vizcaya que no llegó a integrarse en la fusión con el Bilbao, la constitución de una banca federada a partir del Banco Exterior y toda la banca pública. Luzón, un conquense formado en Bilbao, fue preparando los mimbres para lo que dos años y medio después fue Argentaria, Corporación Bancaria de España. Casi cinco años después, Luzón se encuentra ahora ante la incertidumbre sobre los cambios que se pueden generar tras las elecciones generales y una posible sustitución de Solchaga, su valedor.

Fue el 5 de mayo de 1991 cuando el Gobierno aprobaba la creación de Argentaria. Y ha sido justamente dos años después, el 5 de mayo de 1993, el día en que el grupo Argentaria cerraba el proceso de suscripción de acciones para su salida a Bolsa, objetivo inicial para el que Luzón llegó a la banca pública. En realidad, ha sido en estos dos años cuando se ha producido todo el proceso de reestructuración de la banca pública.

El Exterior, cabeza de puente, absorbió el Banco de Crédito Industrial (BCI), incluida su amplia cartera de préstamos para la reconversión y zonas catastróficas de difícíl recuperación por 400.000, millones de pesetas. Estos créditos -entre los que figuran los otorgados al grupo FESA-Enfersa (integrado en KIO), y las obligaciones de Altos Hornos de Vizcaya (AHV) y de Acenor- han sido traspasados al Instituto de Crédito Oficial (ICO).

Argentaria también integró a la Caja Postal, dependiente del Ministerio de Transportes, que se transformó de organismo autónomo en sociedad anónima. La misma suerte siguieron los bancos de Crédito Local, de Crédito Agrícola e Hipotecario. Hoy, Argentaria es un grupo con unos beneficios netos consolidados de 67.400 millones en 1992 (21.252 en el primer trimestre de este año).