Ardanza agrava la crisis al destituir a seis altos cargos del bloque socialista

El presidente del Ejecutivo vasco de coalición, José Antonio Ardanza, destituyó ayer a los seis altos cargos del bloque socialista que tras la dimisión forzada del consejero Jon Larrinaga pasaron al departamento de Hacienda. El lehendakari considera ya zanjada la situación de provisionalidad abierta tras la desaparición del departamento de Economía y Medio Ambiente, a pesar de que contó con la oposición de los consejeros socialistas del PSE-EE.Los socialistas se reunieron ayer para analizar la situación y dar hoy una respuesta a lo que consideran una "actitud prepotente" de José Antonio Ardanza. El nuevo PSE-EE advirtió al PNV el lunes que aprobar el decreto de cese agravaría la crisis y generaría importantes tensiones entre los socios, "aunque el Gobierno seguirá trabajando". El partido socialista mantiene en la actualidad posiciones de oposición en algunos asuntos parlamentarios puntuales.

PNV y PSE-PSOE llevan un mes enfrentados por el reparto de poder en el Consejo de Gobierno. La crisis sobrevino tras el abandono de la disciplina del partido del único parlamentario de Euskadiko Ezkerra en la Cámara de Vitoria, Xabier Markiegi. La pérdida de respaldo parlamentario fue el argumento que esgrimió Ardanza para provocar la dimisión del entonces único consejero de EE, Jon Larrinaga.

La remodelación del Gobierno, efectuada sin consultar con los socialistas, generó el enfrentamiento inicial y una situación de provisionalidad en el Gabinete: las dos ramas del departamento de Larrinaga se repartieron: Medio Ambiente para los socialistas y Economía para Hacienda, del PNV. El decreto de ayer cierra, en opinión de la presidencia del Gobierno vasco, "una situación de provisionalidad".

El portavoz del Gobierno vasco y consejero de Cultura, Joseba Arregi, evitó ayer las palabras crisis y ruptura del Gobierno. "Yo no he pronunciado la primera", declaró, "y por lo tanto mucho menos la segunda".

La decisión del lehendakari irritó sobremanera a las filas del PSE-EE, partido surgido de la reciente convergencia entre el PSE-PSOE y EE. Los dirigentes de este partido daban por cerrada la vía negociadora con sus socios de Gobierno, pero, a la espera de los resultados de la reunión celebrada ayer, que se conocerán hoy, no se mostraban precisamente dispuestos a dar por zanjada la crisis.