La asociación de árbitros logra entrar en la junta directiva de la federación

No habrá jornada de reflexión (huelga) arbitral este fin de semana. La Asociación de Jueces de la Competición de] Fútbol Profesional (AJCFP), presidida por Raúl García de Loza, llegó ayer a un acuerdo con la Federación Española, representada por su secretario general, Gerardo González, para que no sólo se la reconozca, sino que también uno de sus miembros forme parte de su junta directiva y otro del Comité Técnico de Árbitros. "El intercambio de pareceres siempre es positivo, y se ha hecho un gran bien a nuestro deporte", fue el resumen general.

"Se ha producido una nueva dialéctica en las relaciones entre la Federación y los árbitros", afirmó Luis María Antoñana, el portavoz de la AJCFP (Raúl García de Loza, Antonio Jesús López Nieto, Fernando Carmona Méndez, Antonio Martín Navarrete, Ángel Calvo Córdoba, Francisco García Pacheco y él fueron los que defendieron la causa de un grupo que integran, según ellos, el 90% o el 95% de los colegiados de la Primera División y la Segunda y que pretende extenderse a los 8.000 existentes entre todas las categorías nacionales)."Se ha impuesto la cordura", comentó con menos altisonancia Gerardo González (a su lado estuvieron Vicente Acevedo, Victoriano Sánchez Arminio, el recién nombrado presidente del Comité Técnico de Árbitros; Ildefonso Urizar Azpitarte y José María Enríquez Negreira).

Las negociaciones habían sido largas, en sesiones de mañana y tarde, y tensas. Incluso hubo un enfrentamiento entre dos de los componentes de la AJCFP. López Nieto, designado para dirigir el sábado el partido entre el Valencia y el Barcelona, se mantenía inflexible en su decisión de hacer de ese día una jornada de reflexión, el eufemismo empleado para no llamar a la huelga por su nombre, y García de Loza tuvo que espetarle que "el colectivo debe primar sobre las individualidades".

Para entonces, eso sí, la AJCFP ya había conseguido cuanto se proponía. La Federación, que, dijo González, no puede ignorar la "fuerza moral" para "elevar la voz" de los colegiados, hartos de que se cuestione su independencia, estaba decidida a ser receptiva "con cuanto beneficie al fútbol" aunque se proponga "con la equivocación de una postura de fuerza sin haber agotado el diálogo".

Así, el acuerdo alcanzado se plasmó en cuatro puntos:

1.- "La Federación actuará de oficio dando traslado al Comité de Competición de todas aquellas declaraciones formuladas por quienes se encuentren sujetos a su disciplina deportiva y que atenten contra el buen orden deportivo en relación con las actuaciones arbitrales. En este sentido, a la mayor brevedad se procederá a la elaboración de un anteproyecto de articulado que, acentuando su rigor, clarifique su actual regulación y tipifique aquellas conductas contrarias al referido buen orden deportivo".

2.- "La AJCFP contará con un miembro de pleno derecho, propuesto por sus órganos rectores y nombrado por el presidente de la Federación, en la junta directiva de ésta. La condición es que no sea árbitro en activo".

3.- "La AJCFP contará con un miembro de pleno derecho en el Comité Técnico de Árbitros elegido por la junta directiva de aquélla con rango de vicepresidente nato. El contenido de sus cometidos será objeto de desarrollo reglamentario".

4.- "La Federación reconoce que la AJCFP, como órgano representativo del estamento arbitral, se configura como interlocutor para entablar negociaciones y tratar de los aspectos arbitrales con el Comité Técnico de Árbitros, en el ámbito de sus competencias, y con la Federación, en el de las suyas".