Francia envía con el "Clemenceau" un mensaje de firmeza

Francia "no consentirá que sus soldados sean tomados como blancos", afirmó ayer el ministro de Defensa, Pierre Joxe, al despedir en Toulon a la flotilla que, dirigida por el portaaviones Clemenceau, zarpó hacia aguas del Adriático. Esa flota, subrayó, protegerá a los cascos azules franceses presentes en las ex repúblicas yugoslavas. Con ello se envía a los beligerantes el claro mensaje de que París no está dispuesto a que prosiga la sangría de sus soldados.Once de los 23 cascos azules fallecidos en los Balcanes eran franceses. Los dos últimos murieron en los combates entre croatas y serbios en Krajina, donde ayer todavía permanecían bloqueados una decena de soldados, que eran utilizados por los serbios como escudo humano frente a los asaltos croatas.

Joxe dijo que Francia ya no cree "en accidentes, errores o actos aislado?, y que por eso envía al Clemenceau con sus helicópteros y aviones de combate. El ministro de Defensa lamentó que Francia no fuera escuchada por sus socios comunitarios cuando, en la primavera de 1991, propuso que, antes de reconocer diplomáticamente a las repúblicas ex yugoslavas, se enviara a los Balcanes una fuerza de interposición europea.