La Comisión concede a los Doce una tregua en la aplicación del Mercado Único

La Comisión Europea esperará como mínimo dos meses antes de presentar reclamación alguna ante el Tribunal Europeo contra los Estados que incumplen el Tratado de Roma en materia de libre circulación de personas y mercancías o que no han terminado de incorporar la normativa del Mercado Unico a sus legislaciones. El nuevo comisario en cargado del Mercado Interior, el italiano Raniero Vanni d'Archirafi, reconoció ayer que la Comisión no quiere entrar en confrontación con los Estados con motivo de la defectuosa aplicación del Mercado único. El Mercado único del 1 de enero de 1993 ha sido el objetivo a perseguir durante ocho años, desde que se redactó el Libro Blanco con sus 300 normas y reglamentos. A partir de ahora, según palabras del comisario Vanni d'Archifari, es "la fecha de un principio". El comisario habló de "un éxito, cuyos fundamentos hay que consolidar" y aseguró que sólo se había conocido un caso, que no quiso mencionar, de vulneración flagrante de la normativa comunitaria desde el 1 de enero. "Todo debe fundamentarse en la mutua confianza entre la Comisión y los Estados miembros", aseguró Vanni d'Archifari, para justificar la tregua decretada por la Comisión.

Petición de aclaraciones

Las dificultades surgidas en la construcción europea han aconsejado a la Comisión Europea suspender las reclamaciones durante dos meses, hasta obtener más información y aclaraciones sobre las intenciones de cada Estado. De momento ha creado un Comité Consultivo para el Mercado único que seguirá las obras de este edificio inacabado.

La libre circulación de personas no se está aplicando en sentido estricto en ningún país. En las fronteras terrestres han desaparecido prácticamente los controles, que se mantienen en la entrada al Reino Unido y prácticamente en todos los aeropuertos. Tres países (Reino Unido, Irlanda y Dinamarca) consideran que no están obligados a eliminar los controles de pasaportes. En cuanto a mercancías, no han sido aprobadas algunas directivas imprescindibles para un buen funcionamiento del Mercado único (sobre tecnologías de doble uso, cabotaje terrestre y bienes culturales) y no hay acuerdo en las armas de defensa comercial europea como alternativa a las cuotas sobre mercancías de países terceros, como no hay tampoco acuerdo sobre la eliminación del periodo transitorio de integración de la agricultura.