Bondades de la prensa amarilla

Ha sido un año memorable para los diarios populares británicos. Probablemente contribuyeron a cambiar a última hora el resultado de las elecciones generales, a que la reina ofreciera pagar impuestos y a que tuviera que dimitir un ministro. Ahora tienen en el punto de mira al ministro de Economía, Norman Lamont. ¿No se ha metido la prensa popular en camisa de once varas? Una mayoría de los británicos que leen los cinco diarios nacionales de calidad, que son menos de la quinta parte del total de los periódicos, cree que sí. Uno de los anteriores secretarios de prensa de la reina hablaba en representación de muchos cuando denominaba a la prensa amarilla "un cáncer en la parte más vulnerable de la nación". ( ... ) Sin embargo, la elección de sus objetivos no es arbitraria. Está motivada por un profundo instinto para el estado de ánimo público que en la actualidad, ( ... ) parece ser el de un profundo escepticismo respecto a sus gobernantes. En EE UU, los escépticos han podido votar a Perot; en Francia y Dinamarca pudieron votar no a Maastricht. Pero, en Gran Bretaña ( ... ) se ha dejado en manos de la prensa amarilla captar ese estado de ánimo. ( ... ) Si la prensa amarilla refleja la vox populi, los gustos y el estado de ánimo del pueblo británico son bastante malos. Pero si es cierto que muchas veces los refleja más exactamente que la prensa seria, sólo eso es ya un servicio necesario aunque lamentable., 5 de diciembre