El Gobierno italiano aprueba medidas de extrema dureza para salvar su economía

El Gobierno italiano, azotado por las turbulencias monetarias, con la lira fuera del Sistema Monetario Europeo y con una economía muy debilitada, se ha visto obligado a aprobar una serie de normas sin precedentes para mantener su credibilidad. Las medidas, que incluyen recortes en pensiones y en sanidad, bloqueo de las subidas salariales de los funcionarios y nuevos impuestos a los profesionales y a las empresas, van a cambiar la vida de los italianos, según manifestó el primer ministro, Giuliano Amato.Jubilados y enfermos graves, ahora exentos de pagar, tendrán "un límite de consumo libre anual de medicinas de 35.000 pesetas; las pensiones se desligarán de los salarios, y desaparecen las prestaciones sanitarias gratuitas para las familias con ingresos superiores a 40 millones de liras (3,2 millones de pesetas). Con los presupuestos de 1993, el Gobierno italiano intenta conseguir un ahorro el próximo año de unos 92 billones dé liras.

Mientras Italia aprobaba unos presupuestos de choque, la crisis monetaria de los últimos días tenía su primera consecuencia en el encumbramiento del marco alemán sobre el conjunto de divisas, del Sistema Monetario Europeo, especialmente frente a la libra, la lira y la peseta. La falta de cooperación del Bundesbank ha sido especialmente censurada en el Reino Unido, donde se ha culpado al banco central alemán de desencadenar la crisis monetaria europea.

En Washington, el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) analizó la crisis que se vive en el Viejo Continente y aseguró que la causa de la misma es el énfasis demasiado acentuado en las políticas monetarias y el descuido de las fiscales, con la acumulación de elevados déficit.

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