Trabajadores de Telefónica boicotearon la junta de la compañía

Telefónica celebró ayer la junta de accionistas más breve de su historia. Alrededor de 400 empleados de la compañía, con silbatos, cornetas, pancartas y ataviados con camisetas serigrafiadas con el lema Fondo de pensiones ya, impidieron que el presidente de la empresa, Cándido Velázquez, leyera su discurso. La junta duró media hora.

Los trabajadores de Telefónica, con petardos, silbatos y gritos protestaron estruendo samen te por la liquidación de la ITP, organismo encargado de atender las prestaciones de 75.000 empleados y 13.000 jubilados de la empresa y por la falta de acuerdo con la dirección para constituir un fondo de pensiones que complemente las cantidades que recibirán de la Seguridad Social tras la inclusión del colectivo en el organismo el pasado 1 de enero.Los varios cientos de empleados, con pancartas en las que se podía leer Telefónica: por nuestras pensiones. Exigimos justicia, iniciaron una sonora pitada al presidente de la compañía nada más iniciarse la junta, a las 12 de la mañana en la Ciudad Deportivia del Real Madrid. El consejero delegado de la compañía, Germán Ancoechea mantuvo el tipo y consiguió acabar su discurso, en un pandemonium de gritos y canciones del estilo de Manos arriba, esto es un atraco; fuera, fuera y Así, así, ni un paso atrás.

Tras finalizar Ancoechea, algunas decenas de empleados, con una pancarta firmada por el comité de Navarra (Nafarroa Komitea), intentaron llegar al estrado en el que se encontraban los representantes de los principales accionistas, entre ellos Luis Alcaide -Patrimonio del Estado-, Elena Salgado -Transportes-, Claudio Boada -BCH- y Arturo Romaní -Banesto-, a los que dedicaron gritos de "chorizos, chorizos". Fue el momento más tenso, con forcejeos entre policía y empleados. Cándido Velázquez, entre una lluvia de confetti elaborado con las memorias repartidas, dio por finalizada la junta. Telefónica, que repartirá un dividendo de 59 pesetas, ganó el pasado año más de 80.000 millones, un 6,7% más que en 1990.